“Cuando muere una tradición se debilita la cultura”, dijo ayer en la mañana el etnólogo y presidente nacional de la UNEAC, Miguel Barnet al inicio del primer encuentro competitivo de Memoria Nuestra, evento que todos los años se convoca dentro de las Romerías de Mayo.
“Siempre he estado a la caza de lo que está a punto de perderse” refirió el autor de Biografía de un cimarrón, “eso es lo único que podemos hacer cuando una tradición se está perdiendo o ya está muerta, documentarla, pero no tratar de imponerla, porque no sería auténtico”.
Barnet, defensor de la identidad del pueblo cubano y de la diversidad cultural en todo el mundo, habló, además, sobre los peligros de la globalización de los códigos yanquis. “No estamos en contra de la gran cultura norteamericana, del jazz, de los grandes pintores, sino de toda la banalización y la tontería que nos quieren imponer a través de los medios de comunicación”, agregó.
En defensa de estos preceptos van las investigaciones aprobadas para concursar en el evento. Esta vez las temáticas en las que se agrupan los estudios son: la Cultura Regional, las Experiencias Comunitarias y la Literatura joven que se hace en Cuba.
Carmen Almodóvar, presidenta del tribunal, del que también forma parte Barnet, garantizó que los integrantes del jurado se leerán la totalidad de los trabajos, que suman alrededor de 45, para poder tener un criterio más justo y acorde con la altura del evento. Agregó que “45 es una número considerable, si se tiene en cuenta que son estudios, algunos de años, y no ponencias como a veces se confunde, una ponencia puede hacerse en unas noches”.
Los trabajos presentados destacan por su incursión en la antropología, la historia o lo sociocultural, “incluso se puede presentar una biografía, por ejemplo, de alguien que no tenga nada que ver con estas vertientes, pero que haya hecho aportes significativos a la cultura cubana, y entonces todo esto cabe dentro del evento”, aclaró Almodóvar.
Memoria Nuestra llega a sus 15 años, igual que las Romerías. Como es usual entregará un Gran Premio, y galardones colaterales según entienda el tribunal. “Al principio éramos muy pocos, pero ya hemos logrado que participen personas de todo el país, y que aumente la calidad”, dijo la investigadora.
En la misma sala donde estuvo Barnet, sesionaron ayer los primeros ponentes. En otra más cerca estuvieron Lorrain Klassen, de Sudáfrica; Mika Haka, de Nueva Zelanda; Miguel Hernández, de México; Nadiesda Valerio, de Honduras; Mousha Mustapha, de Níger; y Elías González y Johan Blanco, de Venezuela.
Cada uno viene con una misión diferente a las Romerías, pero en esta primera “Mesa Diálogo”, como se le ha llamado al espacio alternativo que sesionará dentro de Memoria Nuestra y paralelo a la competencia, llegaron para hablar de sus propias culturas, los problemas de sus latitudes, sus etnias, sus orígenes.
Estos encuentros se extenderán hasta el día 7, y tendrán lugar en el Hotel Pernik de la Ciudad de Holguín, en horas de la mañana y la tarde.
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