viernes, 9 de mayo de 2008

Las leyendas de Lorraine

What!!! exclamó la madre de Lorraine Klaasen cuando esta la llamó a Sudáfrica desde Canadá, para decirle que vendría a Cuba. Las dos habían anhelado hacer un viaje a la isla desde los tiempos en que el Apartheid hizo legal la discriminación de razas. Ahora llegaba a Holguín, como invitada de las XV Romerías de Mayo.

Para los cubanos quizás el apellido Klaasen pase desapercibido en una lista cualquiera de cantantes; sin embargo, la madre de Lorraine, Thandie Klaasen y otras cuatro mujeres sudafricanas hicieron historia en la década de los ´50, por su estilo musical, y por su resistencia desde el escenario, en contra de la segregación de las razas.

Lorraine, que no se parece a ella si no trae su turbante, una cara alegre y esa forma particular de hablar el inglés, quería preservar la historia de sus antecesoras, por eso filmó un documental, Las leyendas de Madiba, presentado el cuarto día de Romerías, en la Casa de Iberoamérica.

¿Por qué ese nombre, Las leyendas de Madiba? Le pregunté este martes durante los ensayos de un espectáculo que presentaría al día siguiente en el Teatro Ismaelillo, porque además, vino a mostrar su música.

Madiba es como afectuosamente llamamos a Nelson Mandela en Sudáfrica -me respondió al tiempo que aceptaba mi entrevista- y las llamé “las leyendas” porque Thandie Klaasen, Abigail Kubeka, Dorothy Masuku, Sophie Mgcina y Dolly Rathebe fueron leyendas vivientes, y tuvieron una relación muy cercana con Nelson Mandela. Cuando él salió de la cárcel, la música que recordaba de los ’50 era la de estas mujeres. Mi madre era su cantante de jazz preferida. Ellas son parte de la leyenda que es Madiba para el mundo.

¿Cuándo comenzó a realizar esta producción?

En el 2000, pero la idea venía desde mucho antes. Mientras crecí solía ver a mi madre y a sus compañeras, y me di cuenta de que sus historias eran tan únicas y a la vez tan universales, que debía contarlas, y no quedármelas para mí sola. Hace 8 años se me ocurrió que podían venir todas a Canadá para hacerles unas entrevistas y así dejar constancia de sus historias, su manera de decir, y de lo que vivieron en los años del Apartheid.

Por dos semanas se quedaron en mi casa, y fue una oportunidad única para hacer las entrevistas que aparecen en el documental. Recuerdo esos días con mucho cariño, levantarnos todas las mañanas en el mismo lugar y pasar ese tiempo juntas fue increíble. Dos de las que aparecen ya murieron, Dolly y Sophi.

El Apartheid para estas cinco mujeres no fue solo un rasguño. Para Thandie Klaasen las marcas son más visibles que para sus amigas. La Ella Fitzgerald de Sudáfrica fue quemada por grupos pro-racistas…

Yo estaba allí, y me quemé las manos tratando de apagar el fuego. Ella era joven aún, y una mujer muy bella, de un momento a otro quedó marcada. Mandela se preocupó mucho desde la cárcel cuando esto sucedió.

Todas fueron víctimas de alguna manera. Cuando tocaban en un club nocturno y llegaba la policía tenían que salir corriendo para la cocina y simular que estaban fregando, muchas veces las cogieron presa; y todo porque los negros no podían salir después de las 8.

¿Su madre está cantando actualmente?

Sí, claro, mi madre dice “si muero, quiero que sea arriba de un escenario, porque si dejo de cantar, dejo de vivir”. La música para nosotros los sudafricanos es una necesidad, es como comida. No es un uniforme que te quitas y te pones, es quienes somos.

Lorraine se fue a vivir a Canadá en 1979. Allí empezó a hacer jazz, y en 1986 incorporó los ritmos africanos al repertorio. Con su grupo Soweto Groove ha grabado dos discos Free At Last y African Conexion. A las Romerías vino sola, sin sus músicos…

No quise venir con mi banda, yo quería que los músicos cubanos tocaran mi música, para ver la experiencia, y déjame decirte que pasaremos un momento maravilloso, porque ellos aprendieron mis números en solo tres horas hoy. Sé que va a ser un show fabuloso.

Y lo fue. Lorraine Klaasen compartió el escenario este miércoles con el joven músico Andy Clay y su grupo, y con otro más experimentado, Cándido Fabré. Lorraine que no es una mujer demasiado delgada, se mueve en escena con la agilidad de una plumilla. Para ella no faltaron los aplausos y los ¡Bravo!

¿Entonces el primer contacto que tiene con Cuba es aquí, en Holguín?

Sí, y estoy muy feliz por eso, en Holguín han sido muy familiares conmigo, sé que los cubanos son gente muy cálida.

¿Qué le dirá a su madre cuando vuelva a hablar con ella?

Cuando venía para acá, me dijo: “¡Qué! oh mi niña, eres muy afortunada, vas a ir a lugares con los que he soñado desde joven. Tal vez yo no pueda ir nunca, pero si tú vas debes decir: Viva Fidel, Viva Mandela”.

Yo soy quien soy por mi madre, por eso yo le digo a las personas que nunca desestimen enseñarle a sus hijos la cultura, porque es todo lo que llevaran consigo, como yo traigo Sudáfrica a Cuba.

2 comentarios:

Eduardo Frias Etayo dijo...

Chely en tu perfil dices que vives a unas seis cuadras del Parque Central, casi te sentí habanera. Lo usual para un nativo de la ciudad de los parques es decir a 6 cuadras del parque Calixto, para mi aunque el Calixto es el principal, el parque central de mi niñez es el San José, y aclaro central de mi niñez, no Parque Central.
Saludos

Chely dijo...

Hola Eduardo, te agradezco que comentes en mi blog... sobre lo que decías, es cierto que los holguineros decimos el parque Calixto, pero esta blog no es solo para los holguineros así que digo parque central, para que los demás se ubiquen en que es el centro de la ciudad... ok? gracias...