viernes, 6 de marzo de 2009

De Feria en Holguín

Sobre la XVIII Feria Internacional del Libro en Holguín
Fotos:
Élder Leyva

Solo para que tengan una idea, durante los días de Feria se cierran las calles del centro y alrededor del Parque Calixto García transcurren los hechos más importantes. En esa zona se ubican los puestos de venta, y también se pone el que vende los algodones de azúcar, los embutidos, el maní. Casi siempre hay música cubana puesta y uno se encuentra con muchos amigos, que enseguida miran los libros que traes en la mano y te sugieren otros, o se lamentan porque ese que compraste ellos también lo querían, y “si lo ves me avisas, yo voy a andar por aquí”.

Esta XVIII edición ya está llegando casi a su fin. Estoy segura de que a todos nos ha parecido poquito el tiempo que hemos compartido con la literatura, los escritores, la ciudad, porque siempre se dedica una semana, pero en esta ocasión solo fueron 4 días, y ¡gracias! porque es una proeza haber realizado esta Feria con el país aún recuperándose de los destrozos de ciclones como Ike y Gustav.

De todas formas las autoridades de la cultura en Holguín, se las ingeniaron para añadir un ratico más de Feria a lo planificado y en vísperas del 5 de marzo, día oficial de la apertura, se hizo la primera presentación de un libro, en este caso “Por siempre Vilma” con la anuencia de los escritores Pablo Armando Fernández, Belkis Méndez, José Luis Moreno del Toro, y la Dra. María Dolores Ortiz. Comenzó también la venta de los libros, “más de 500 títulos” anunciaría Alexis Triana (director provincial de Cultura) al otro día.

El termómetro marcaba los 15 grados, una temperatura que para los holguineros es mucho más que “fresca”. Casi pelaba los huesos. Aún así decenas y decenas esperaron la hora anunciada y esa misma noche se agotó el libro “Evocaciones” de Aleida March, esposa de Ernesto Che Guevara, acerca de sus recuerdos sobre nuestro muy cercano Guerrillero Heroico.

Ya para el 5 de marzo los más buscados eran la Guía de Béisbol y “Así es Fidel” de Luis Báez. También son perseguidos: “Y el mundo sigue andando” de Daniel Chavaría y “La novela de mi vida” de Leonardo Padura. Estos dos autores nunca pasan de moda en las Ferias y por lo general son los más demandados.

Los estantes de literatura infantil, como siempre, se atestaron de personal, porque son dos, los pequeños y sus padres. Los libros de colorear son los primeros en agotarse y es muy común ver la escena de: “no mami, ese no era el que yo quería” o los niños saliendo con caras relucientes y los libros apretados al pecho.

Para la promoción y el debate se mantienen los espacios conocidos: “Detrás de la palabra”, en el Club Siboney; “La hora tercia”, en la Sala Electa Arenal; el Pabellón de Ciencias Sociales; “Cuba en Iberoamérica: La isla posible” y “Un lugar para la poesía”, en la Casa Iberoamericana; también está el de la Promotora Literaria Pedro Ortiz, el Pabellón Infantil y otros nuevos como el que ocurre en la Librería-Ateneo Villena Botev.

Cada uno cumple su función, y están diseñados para que cada quien salga de uno y entre en otro, aunque ¡qué va! Eso sucede con los que ocurren en el centro de la ciudad, porque en realidad a una misma hora se suceden tantas actividades y en tan disímiles lugares que solo con un carro o unos buenos patines daría tiempo llegar a cada uno y disfrutar aunque sea de un poco.

Otra: En la noche del jueves estuvo David Blanco y su grupo, un conjunto genial que hacen un poco de pop, rock, fusión, son. Estuvieron presentando su último disco La evolución con un espectáculo que atrajo a decenas de jóvenes holguineros al Parque Calixto García. La Evolución se aleja un poco de lo que David, compositor de la mayor parte de los temas, había hecho hasta el momento, pero tampoco se distanció demasiado. Hay una sonoridad más experimental, también más internacional.

Ya casi se acaba la Feria. Según el Departamento de Economía de este evento se han vendido más de 41 mil libros entre jueves y viernes. Tal vez lleguemos al millón de venta como ha pasado en otras ediciones. Vale recordar la presencia de Jorge Ibarra y Roberto Zurbano, presidente del Fondo Editorial de Casa de las Américas, de quien tuve la oportunidad de escuchar una muy buena conferencia sobre los 50 años de esta institución que vino representanto. (De esto hablaré en otros posts)

Muchos no podrán conseguir “Corazón” de Edmundo de Amicis o el universal “Había una vez”, pero qué se la va a hacer, ya llegará la otra Feria.

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