
El grabador obtuvo una de las tres menciones que otorgó el jurado, compuesto, entre otros, por Lesvia Vent Dumois, especialista del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, con la obra “Carrera por la vida”, una linografía de
El grabador obtuvo una de las tres menciones que otorgó el jurado, compuesto, entre otros, por Lesvia Vent Dumois, especialista del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, con la obra “Carrera por la vida”, una linografía de
Cuando uno camina por las calles de Banes, siente que algo se está cocinando, hay cierta complicidad en los rostros. Todos saben que algo grande va a pasar y se preparan para el suceso: el próximo día 24 en
En la misma jornada, podrá verse el resultado del trabajo de hombres y mujeres que hoy, sudados y con manos embadurnadas de cemento, trabajan a pie de obra. Ocho médicos tendrán las llaves de sus nuevas casas, pues se inaugurará el tercer edificio en el pueblo para los internacionalistas del sector de la salud.
A unas cuadras de allí, solo faltan unos retoques a la estatua de cemento y yeso, del General Antonio Maceo, para que el parque que lleva su nombre esté totalmente restaurado.
Pedro Gutiérrez es una persona sencilla. Tiene el andar parsimonioso de los hombres de 80 años, porque esa es la edad que tiene, pero a su vez, se trasluce a en él la energía de los que han vivido menos. Pedro sigue teniendo esa mirada de filósofo, de quien descubre el mundo, sigue con esas ansias de aprender, de cambiar el mundo.
Pedro una vez cambió el rumbo de los acontecimientos de su país junto a Fidel Castro, cuando decidió unirse a los jóvenes que atacarían el Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953. Por estos días, en que se acerca otro aniversario de la gesta, recorre algunos puntos del país para narrar su historia, la que él vivió.
Este año volvió a Holguín y recorrió los municipios de Mayarí y Rafael Freyre, allí compartió con otros combatientes, y dio charlas en
“…Quizás ustedes no entiendan porque alguien se decide a participar en una acción tan riesgosa, así por propia voluntad, pero es que uno sufrió en carne propia las cosas de la época, la pobreza, la falta de salud, de educación, la corrupción que había.
“Yo nunca fui político, ni le sabía mucho a eso, y hasta me atrevo a decir que la mayoría de mis compañeros no sabían de política, pero teníamos esa espinita, de que queríamos un cambio. Fidel fue el primero que nos hizo ver que a Batista había que tumbarlo del poder como mismo había llegado, por la fuerza.
“Lo primero que nos llamó la atención fue lo que Chibás planteaba que haría si llegaba al gobierno, y nos afiliamos a su Partido, el Ortodoxo, ahí es donde conocimos a Fidel.