Horas antes de la anunciada exhibición, Mirtha caminaba por los pasillos de
El documental se llama de
Sí, de
Muchos de los que pudimos apreciar el largometraje en
¿Existió alguna idea de hacer un documental antes de que Titón falleciera?
Existe uno, pero el fuerte son las entrevistas de otras personalidades hablando y valorando la obra de Titón, aquí no. En este filme la mayor parte del tiempo es él mismo quien habla de su cine. Espero que sirva de invitación para visitar las películas que la gente aún no ha visto, de las que han oído hablar muy lejanamente. Creo que hay que hacer una revisión y una revalorización de su obra.
En el material se menciona casi toda su filmografía. Se habla de los documentales menos promocionados de inicios de
“Es una gran metáfora sobre la intolerancia, desde un punto de vista telúrico-sensual”, comentó en la pantalla Humberto Solás sobre el filme mencionado. Solás, no es el único entrevistado, confluyen opiniones de Fernando Pérez, Edmundo Desnoes, Ambrosio Fornet, Julio García Espinosa, y otros intelectuales que lo conocieron.
También habla Mirtha Ibarra, quien va dibujando la parte más humana del realizador. “Él siempre trabajaba con música, le gustaba dibujar las carátulas de sus cassettes y lo hacía muy bien, también podía tocar a Bach. Se pasaba todo el tiempo en la biblioteca de la casa, casi nunca hacía siestas”, decía Mirtha a la cámara.
¿Cómo surgió la idea del audiovisual?
Después que hice el libro Titón: volver sobre mis pasos, que es un epistolario suyo desde el `53 hasta su fallecimiento. Cuando se editó, sentí la necesidad de complementar eso. El libro es la parte íntima, donde él habla con directores, músicos, productores e intelectuales de la cultura en general. El documental tiene que ver más con su obra, pero también con él como ser humano. Cuando lo ves a él hablando de sus películas, te queda una imagen más completa, te queda un conocimiento más profundo de su obra, pero también de la coherencia con su quehacer cotidiano.
Al finalizar el documental, la dimensión de Gutiérrez Alea crece dentro del espectador. Queda la imagen de un hombre revolucionario, pero en el más amplio sentido de la palabra. Titón creía que se debía operar críticamente sobre la realidad, y que solo la mirada escrutadora podía provocar el cambio y la evolución. Sus películas nunca fueron esnobistas o de complacencia, como no lo puede ser una obra contradictoria, reveladora y sincera. Es quizá por ello que algunas de sus cintas han sido engavetadas, olvidadas, y Mirtha ha tenido que reencontrarse en otro oficio del cine, para contrarrestar el fenómeno.
Después de trabajar como actriz por tantos años, te estrenas como directora, ¿piensas hacer algo más después de esto?
No. Dijo a secas y sonriendo. Su deuda con el cine y con Titón, quien fuera su esposo en los últimos 23 años de su vida, parece estar saldada.
FICHA TÉCNICA. Titón: de
Dirección: Mirtha Ibarra.
Producción: Brothers&Sisters
Guión: Salvador Maldonado, Mirtha Ibarra.
Montaje: Jose Recuento, Mayte Castillo.
Año: 2008.
Duración:
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