Aquí va una actualización para los antillanos que con tanto amor recuerdan a su pueblo, que también es mío, después de Ike.
No parecía posible que un huracán cruzara las tierras del pequeño municipio de Antilla. El 7 de septiembre al final de la tarde, todos veían asombrados cómo se desprendía la primera teja, pero ya con el avance de la noche, perdieron la capacidad de sorprenderse. No había más remedio que esperar al día siguiente.
Hasta hoy ha sido largo el camino recorrido desde que los antillanos se despertaron y vieron sus árboles y casas en el piso. A más de 40 días de que Ike entrara a Cuba cerca de esta zona, ya se han restablecido los principales servicios, reconstruido más de 900 viviendas y recuperado toda la agricultura.
Según Julio Caballero, presidente del Consejo de Defensa Municipal, ya se han sembrado 13 de las 16 hectáreas de los huertos intensivos de ese territorio con pepino, tomate, ají, maíz, calabaza, boniato, yuca y malanga, estas dos últimas para obtener semillas.
Entre la UBPC René Ramos Latour y la Granja Integral Renato Guitar, los dos polos productivos principales, hay sembrados 3.2 caballerías de boniato, 1.5 de calabaza y 1 de maíz que ya podrán recogerse en los últimos días de diciembre.
Apunta Caballero que “nuestro municipio solo se autoabastece en un 15 por ciento, el resto llega desde otras partes de la provincia, pero ahora consumiremos lo que seamos capaces de producir”. La mayor afectación en la agricultura durante el paso del meteoro fue el plátano, del que se han sembrado 12 caballerías.
El pueblo ha vuelto a su ritmo normal. Luego de haber recogido más de 42 mil metros cúbicos de escombro y limpiado las calles, el paisaje cambió de golpe.
La Brigada de la Empresa Forestal se encargó de recoger la madera que pudiera utilizarse no solo en la producción de carbón, sino en la reconstrucción de viviendas. Con esta materia se hicieron unos 300 horcones, 2 mil alfardas y otros elementos decisivos en la estructura de una casa.
Las tejas que han entrado al municipio sobrepasan las 16 mil entre las infinitas, de zinc y fibrocemento. Se recibieron, además, 50 módulos de techo completo y 12 toneladas de puntilla. Informó Caballero que ayer en el puerto se descargaron 600 toneladas de cemento, para continuar la reparación de las viviendas, hasta ahora recuperadas en 904 casos, el 30 por ciento de los hogares dañados.
“La solidaridad sigue siendo una de nuestras mejores armas”, dijo al referirse a las 220 personas que aún viven en casas de sus vecinos. Otras 38 están evacuadas en dos locales, uno de ellos la Fábrica de Tabacos Juan Jorge Soto, que además ya echó a andar su producción. También lo hizo a casi dos semanas de pasado el fenómeno meteorológico, el Molino de Maíz Comandante Daniel que en condiciones normales produce 900 toneladas al mes.
Las noches en Antilla dejaron a un lado el candil hace más de una semana. Caballero confirma que están al 100 por ciento de cobertura eléctrica gracias a una fuerza de apoyo que llegó desde Banes y la provincia Granma. Esta zona fue una de las últimas en restablecer por las críticas condiciones en que se encontraban los cables de la distribución primaria y los de alta tensión, así como por la caída de postes y transformadores, en su mayoría.
El pulso del municipio más pequeño de Holguín vuelve a ser el mismo. Los niños regresan a sus escuelas, aunque persisten alternativas en casas de vecinos. Las áreas de salud están funcionando, excepto el Hogar de abuelos, que aún falta por reponer la cubierta. Todos se incorporaron al trabajo y se adaptan a las nuevas condiciones.
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